jueves, 11 de junio de 2009

Batalla Sindical -Literal- en la Matanza

Cuando los sindicatos son sinónimo de mafia



No hay lugar para un reclamo de trabajadores en el oeste, no hay lugar para pedir dignidad.

Un corte de ruta por reclamos de mejores condiciones de trabajo terminó con ocho heridos, corridas y autos rotos, sobre la ruta 3 a la altura del KM 33 cuando integrantes de la UOCRA, agredieron a hombres, mujeres y niños que participaban de la manifestación.

Todo transcurrió el miércoles al mediodía cuando la Agrupación San Cayetano dirigida por el Secretario Mario Aguilar estaba cortando la ruta sobre la mano que va a provincia. En ese momento aparecieron cuatro autos y un micro de donde bajaron casi cincuenta hombres armados con palos y piedras buscando dispersar la concentración.

“Pensábamos que eran de nosotros, por eso los dejamos que se acerquen tanto. Cuando vimos que comenzaron a golpearnos con palos y a tirarnos piedras, nosotros nos defendimos con lo que teníamos a mano”, nos declaro el Secretario adjunto de la agrupación Ramón Romero.

La situación fue caótica cuando los matones tiraron piedras a las mujeres y niños y le pegaron a los hombres con palos que tenían clavos en las puntas. “Esta personas son de la UOCRA y los manda Aldo Cachuqueo y Diego Oviedo que son los mafiosos que nos quieren callar desde hace muchos años porque reclamamos un trabajo digno”, aclara el Secretario Mario Aguilar.

La agitación duro unos 15 minutos sobre la ruta 3 hasta que los representantes de la OUCRA dieron marcha atrás y se fueron.

La policía por su parte tiraba balas de goma para ambos lados y no entendía mucho la situación y después de una hora llego una ambulancia para llevarse a los heridos que en total fueron ocho. Entre ellos Mario Aguilar que recibió un golpe con heridas cortantes por la espalda y en la cara. No quiso ser atendido y se quedo en el corte.

El miércoles al mediodía se dio a conocer la verdadera situación de los sindicatos en Argentina en donde la vos de un trabajador se calla con una mísera coima o una fuerte represión. No hay lugar para un reclamo, ni muchos menos para la dignidad.

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