jueves, 28 de mayo de 2009

Antenas: Capítulo 2


Con las Antenas bien alertas parte II
Desde hace semanas al paisaje de las localidades matanceras de Lomas del Mirador y Lomas del Millón se sumaron gigantes que atemorizan y preocupan a los residentes de la zona: las antenas de telefonía móvil. Los vecinos temen que atenten contra su salud, razón que los motivó a elevar un expediente con 430 firmas en reclamo al desmantelamiento de las antenas.

Según la presidente del Foro de Seguridad Vecinal de Don Bosco, Gloria Beltrán, las torres se encuentran emplazadas en el cruce de las avenidas San Martín y Villegas, en Pueyrredón y avenida Mosconi y en avenida San Martín al 1800. La distancia entre una y otra no superan las diez cuadras.

Una es de Nextel, y aunque el municipio la clausuró está funcionando, los vecinos están muy preocupados. Me parece que no se está cumpliendo con el reglamento porque hay muchas en pocas cuadras”, recordó Beltrán citando el episodio ocurrido hace meses en el cuartel de bomberos de Ramos Mejía, donde los vecinos reclamaron reiteradamente el desmantelamiento de la antena.

Ondas electromagnéticas
Estos artefactos cumplen la función de recibir y enviar señales de los teléfonos móviles. Esas señales se denominan “ ondas electromagnéticas”, son invisibles, se desplazan sin la necesidad de soporte material alguno y penetran fácilmente en edificios y personas.

La Organización Mundial de la Salud, desde 1996, evalúa las pruebas científicas de los posibles efectos sobre el organismo humano de los campos electromagnéticos, pero los resultados no estarán disponibles hasta dentro de unos años.

Sin embargo, en países como Suiza, Italia, Suecia, los Países del Este, Australia y Canadá, ha establecido una política de precaución al establecer normas que obligan a situar las antenas a 100, 200 e incluso 500 metros de lugares habitados. La propia OMS recomienda la instalación alejada de colegios, hospitales y centros geriátricos, debido a que algunos estudios científicos sugieren que niños y ancianos podrían ser los más afectados por una exposición prolongada ante este tipo de irradiaciones.

Por lo visto en La Matanza las medida preventivas no se tienen en cuenta sino que son instaladas en medio de la ciudad. Es más, hace semanas en la Universidad Nacional del distrito, se llevó a cabo una conferencia destinada a desmitificar los efectos nocivos de las radiaciones de las antenas de telefonía celular.

En esa reunión se dejó oír una sorprendente afirmación: “la dificultad la provoca el impacto visual de la antena en el paisaje urbano, no porque moleste, perturbe o ionice”. ¿A quien pertenecen estas palabras?, al coordinador de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), Ingeniero Víctor Daniel Frizzera, nada más y nada menos.

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