jueves, 27 de mayo de 2010

Pueblos Originarios

 Ellos son nuestras raíces

Como una ola que vemos venir en el horizonte, así se acercaban el pasado Jueves las comunidades aborígenes provenientes de todo el país a la Plaza de Mayo para reclamar lo que les pertenece, sus tierras.

Con sus vestimentas típicas, instrumentos musicales, carteles y colores por doquier los grupos indígenas llegaron por Diagonal Norte desde el Obelisco junto a estudiantes, organizaciones sociales y de derechos humanos, y cientos de civiles que fueron en apoyo a las comunidades de nuestro país.

La Marcha de los Pueblos Originarios comenzó el 12 de mayo cuando una multitud de personas decidieron dejar sus hogares en La Quiaca (Jujuy), Resistencia (Chaco), Mendoza y Neuquén  para entregarle a la presidenta un documento exigiendo la devolución de las tierras a las comunidades autóctonas, la oficialización de las lenguas indígenas en las enseñanzas primaria- secundaria,  y una reparación económica para generar políticas de desarrollo con identidad.

Las primeras columnas del NOA, NEA y SUR provenientes de la localidad bonaerense de Zárate, fueran las primeras en llegar mientras que las comunidades Wichi, Kolla, Huarpe, Guaraní, Mapuche y Toba, entre otras, llegaron a las 17 a la Plaza para unirse a los demás.
Los más ancianos encabezaban la marcha con sus banderas y carteles acompañados luego por las madres de plaza de mayo que brindaron su apoyo y se sumaron a la enorme bandera cuyo mensaje era corto y claro pero preciso: CONTRA LA RIQUEZA DE LA OLIGARQUIA TERRATENIENTE.

La esperanza es lo último que se pierde y desde hace años que ellos la mantienen, como expresó claramente Hernán Lorenzo -miembro de Tupac Amaru proveniente de la comunidad Coya de Jujuy-:  "Sentimos que las cosas pueden cambiar".

También hubo lagrimas cuando los diferentes integrantes de las comunidades relataban con dolor la forma en que les quitaban sus tierras, sus hogares, especialmente cuando Patricia Cruz, de Maimara (Jujuy) relato con tristeza la discriminación y el maltrato que sufrió por parte de los “gringos”.

Luego del acto,  representantes de las entidades originarias y funcionarios del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas junto a Milagro Sala, de la Organización Barrial Tupac Amaru, fueron recibidos en la Casa Rosada por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner quien firmó un decreto para crear una comisión especial para avanzar en el reconocimiento de las comunidades indígenas como propietarias de las tierras que ocupan.


Los aborígenes representan 1,4% de los 40 millones de argentinos, a los que hay que sumar 6,5% de mestizos. Ellos nos brindan una identidad que desde el momento del descubrimiento del continente ha querido ser eliminada, una identidad amenazada por las campañas del desierto y el haga patria, mate a un indio.




No olvidarse de ellos es no olvidarse de nosotros mismos, ellos son nuestras raíces.

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