lunes, 3 de mayo de 2010

Día de la Libertad de Expresión

Déjenme opinar, tengo derecho

“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” (Art. 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos).

Ante esta afirmación se presentan ciertas limitaciones, como por ejemplo, al producirse daños sin sentido, infundamentados, o cuando lo manifestado es material pornográfico, y por ello, se puede llegar a plantear una sanción legal o desaprobación social.

La libertad de expresión permite la libre circulación de las ideas, les concede a los individuos la posibilidad de discutir y confrontar posturas, defender sus creencias, siempre a través de un discurso coherente. El problema se presenta cuando estos cruces implican intereses políticos, económicos, y se busca “ganar terreno” de cualquier manera.

Muchos periodistas y comunicadores, han sido perseguidos, acallados y tantas veces torturados cuando han intentado sacar a la luz información que a los grupos de poder no les convenía que se conociera. Si esto sucede, ¿podemos creer que esta libertad existe realmente?

Hay organismos internacionales que se encargan de controlar que estas situaciones no ocurran; intentan asegurar el respeto y cumplimiento del derecho más arriba manifestado. Ahora bien, hay que preguntarse porqué al hablar de “libertad” tenemos que relacionarla directamente con el término “control”.

Esta “vigilancia” se ejerce sobre todos los medios de comunicación: radio, tevé, gráfica y hoy día se ha sumado Internet a la lista. Si para cada dato u opinión que se quiere dar a conocer, existirá un ente que inspeccione, quizás sea momento de replantear lo que se conoce y considera como “libertad de expresión”.

Existe un derecho que nos permite manifestar nuestras opiniones e ideas libremente: hagámoslo cumplir. No dejemos que se callen nuestras voces. Logremos que el día de la Libertad de Expresión sea un día en el que realmente haya mucho que festejar.

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