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jueves, 10 de junio de 2010

Editorial: Fechas patrias


Elige tu propia aventura. Hoy: ser periodista

El periodismo como tal tiene que ver con la valentía de buscar, mostrar, informar y prestar a la reflexión temas que hacen a la ciudadanía y que aquellos que detentan el poder quieren ocultar o tergiversar. O, el periodismo puede ser esa voz oficial que legitima cierto orden y justifica aquello que muchos pueden llegar a pensar que es injusto.

sábado, 3 de abril de 2010

2 de Abril


El peor de los olvidos como patrimonio argentino

Colaboración de Nicolás Corrado

Pasan los sucesos sin importar el mundo implicado en ellos y con el ambiente festivo   junto a las banderas al unísono de cánticos que se tornan invariables en nombre de la argentinidad, de la patriada de algún héroe sin importar su fuente, sea futbolístico, político, deportivo o militar, no hay distinciones ni tiempo de pensar lo que sucede.

Todavía parece como si fuera ayer cuando por abril del 82, un Galtieri  pretendía dar el último manotazo de ahogado en el mayor de los eufemismos al anunciar la ocupación Argentina en un territorio tan cercano como desconocido, aparejó la mayor de las manifestaciones populares propias de un amnésico crónico.

Y en ese transcurrir, es cuando aparece otro rasgo de la argentinidad, el ser propio al triunfo y ajeno al fracaso a la vez, el ser familiar o vecino del héroe o borrarse del que sufre el fracaso en el ambiente discriminatorio de la más intima y fría soledad.

Es el derrotado, el “fracasado” quien en un instante es enajenado no solo de apego sino que de toda memoria y de toda reflexión que implique formar un espejo en esa misma persona y que evita como algún tipo de distorsión toxica la percepción de que el que esta del otro lado por esas cosas de la vida puede ser el que evita esa relación.

En esta simple reflexión descansa la propuesta de un análisis introspectivo en una sociedad dada y es cuando surgen las conclusiones de que en el más profundo de los triunfalismos a su vez es el peor de los narcotizantes para el pueblo argentino que siempre esta  bien predispuesto a ocupar los alrededores de la Plaza de Mayo o el Obelisco, hondeando sus banderitas para hacerse uno con el mayor de sus efímeros éxitos.

El mismo pueblo que se olvidó de recibir a los jóvenes combatientes de Malvinas al volver del fracaso de su guerra y que solo ocupan ínfimos espacios los primeros días de abril de cada año, como si fuera una actitud que alcanzara, que satisfaga  una especie de deseo que conjugan la identidad y el patriotismo pero que después ya no parece tan necesario.

Aquellos triunfalistas que son concientes de esta actividad y al mismo tiempo pretenden escudarse en el pretexto de una guerra patrimonio de una dictadura, que no tuvo sentido más que para prolongar una muerte más que anunciada, en la validez de su alegato, también descansará la insensatez de no contar con el don de patria y el arrojo que tuvo el combatiente en ínfimas condiciones y mal alimentado.

Esa infinidad de condiciones en las que se presentan vigentes se da cuando los actuales focos de atención están puestos en otras escenas en discriminada actualidad, tanto de las agendas políticas, como en las mediáticas, e inconcientemente en nombre de un triunfalismo efímero atentan contra un bien prodigio: la memoria como valor cívico y bien ciudadano.

jueves, 28 de mayo de 2009

27 de Mayo, día del Documentalista

Día del documentalista
"Nosotros no hacemos films para morir, sino para vivir, para vivir mejor. Y si se nos va la vida en ello, vendrán otros que continuarán..."

(Raymundo Gleyzer, 1974)

Retratar una realidad, invitar a la reflexión, promover un pensamiento, informar una situación, despertar un sentimiento, conmovernos, evocar un grito de justicia, de ira o de adoración, esas complejas metas se cargan sobre sus espaldas profesionales de la producción audiovisual que por eso, y en conmemoración de la desaparición de su gran exponente argentino Raymundo Gleyzer se conmemora el 27 de Mayo de 2009 el día del Documentalista.

Raymundo Gleyzer consideraba que se podía producir un sinnúmero de films políticos pero estos solo lo veían los intelectuales y que los verdaderos destinatarios debían ser los trabajadores. Por ellos sus seguidores comienzan a llevar los films a la gente, a los barrios, a los sindicatos, a las fábricas. Así se concreta la agrupación “Cine de la Base”, en conjunto con militantes del PRT, que participaban de la realización de las películas.


Su última película fue, “Me matan si no trabajo, y si trabajo me matan” en 1974, la cuál trata sobre el saturnismo (intoxicación con plomo) en los obreros de INSUD. Las investigaciones en torno al secuestro de Raymundo suponen que se encontraba en el campo de concentración "El Vesubio" junto al escritor Haroldo Conti.


Los sobrevivientes de "El Vesubio", relatan que mientras estuvo allí fue salvajemente torturado y dejado ciego, y reconocen que sus compañeros de "Cine de la Base" y los demás cineastas militantes salvaron sus vidas por el silencio de Raymundo.


Documentalista con conciencia social en el Oeste
Maximiliano Subiela de 32 años, es egresado de la Carrera de dirección de Cine del CIEVYC, residente y profesor de cine en el Partido de Morón. Actualmente se encuentra rodando un documental sobre sobre excombatientes de Malvinas de la zona de morón que se encuentra en la fase de producción.

Su principal trabajo, “Contracanto”, premiado en Madrid y Belgrado será exhibido este domingo a las 16:00 en el cine GAUMONT, Rivadavia 1635, en el marco del XI FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE DERECHOS HUMANOS.

¿Cómo definirías el oficio del documentalista?
Lo definiría como el oficio de mostrar una realidad que tal vez los medios masivos no muestran, hoy por el documental no es visto como algo que naturalmente entretiene, no es para nada pochoclero, hoy funciona como herramienta de información.

¿Qué lugar ocupan los documentales en la producción audiovisual argentina?
Ocupan un lugar de mucha gente que esta haciendo de forma independiente. Hay mucha gente joven con ganas de hacer estas cosas, creo que las escuelas debería adoptar la educación audiovisual para que puedan usar como herramienta de comunicación. En la escuela también se pueden instalar el documental. Hoy con el tema de la globalización están más pendiente del partido del Barsa que de lo que está sufriendo su vecino en el barrio.

jueves, 21 de mayo de 2009

Editorial - ¡Es la política, Estúpido!

POLÍTICA ESTUPIDIZANTE – PARANOIA REINANTE


Si usted quiere ser diputado, no hable a favor de las remolachas, del petróleo, del trigo, del impuesto a la renta; no hable de fidelidad a la Constitución, al país; no hable de defensa del obrero, del empleado y del niño. No; si usted quiere ser diputado, exclame por todas partes: ¬ Soy un ladrón, he robado (...), he robado todo lo que he podido, y siempre.

AGUAFUERTE
Arlt, Roberto
¿Quiere ser usted diputado?
Hay una anécdota en la política de campaña de los Estados Unidos (que nos guste o no son los que mas aceitado tiene la industria del marketing político), en donde el candidato presidencial por el Partido Demócrata, Bill Clinton, tomó como frase emblema, “Es la Economía, ¡Estúpido!”.


Esa frase caló hondo en la población norteamericana que preocupada por una reseción económica apoyo esta inusual propuesta de cambio. Atrás quedaban la guerra del golfo, el fin de la guerra fría y la unipolaridad reinante del gran país del norte. La década del 90 daba sus primeros pasos. Corría el año 1992.

Muchos años después y orientándonos en nuestras pampas podemos usar esa frase y ubicarla en nuestros intereses o los de los otros. La idea de remarcar algo importante terminando esa frase con casi un insulto se puede ver en esta campaña de manera clara.

Se podría decir “Es la política, ¡Estúpido!”. Sí lector. La política. Porque eso es lo que es realmente y parece que no nos damos cuenta. Ni ciudadanos ni candidatos. O mejor dicho, los ciudadanos no le exigimos a los candidatos política.

Un multimillonario que gasta fortunas en locales, grandes carteles, mucha imagen, mucha tele, pero pocas propuestas. Un oficialismo que lo único que pide es acompañar el modelo, que eso es lo que importa, pero el modelo parece ser solo un grupo selecto de iluminados porque o sino de que otra manera se explica lo testimonial de las candidaturas. Propuestas, pocas.


Un acuerdo electoral entre partidos que antes eran facciones de un mismo gran partido; un gran abanico de pequeñas izquierdas que lamentablemente le hacen un beneficio a la derecha; un presidiario genocida haciendo campaña desde su celda; y otros sectores que se atacan entre sí, atacan al oficialismo, a la oposición y mientras la política con propuestas y algo llamado “plataforma electoral” brilla por su ausencia. Y sumado a todo esto, los patrones agropecuarios mal llamados “el campo” apoyan a todos los sectores contrarios al gobierno. No importan sus ideas. Solo que están en contra.


Y así, se sube a una montaña rusa enloquecida en donde la inseguridad no nos deja pensar que la inseguridad es la exclusión de miles de niños y niñas, de gente que no logra hacer su entrada a la sociedad y que el Estado no satisface las necesidades que antes eran básicas y ahora ya son elementales.

Es la política la que debe ganar protagonismo y no una persona que nos dice ser como nosotros. Es la herramienta política; es la ciencia política; es la filosofía política; es el pensamiento político el que debe encauzar y buscar e indagar los problemas de la población y solucionarlos. Esa política que muchos se encargaron de ensuciarla hasta llegar a relacionarla con algo malo. Ahora la virtud de un candidato es precisamente que no venga de la política. ¿Nos arriesgaríamos a ser operados por un bombero voluntario o por algún otro personaje ajeno a la ciencia médica?



Si automáticamente respondemos que no, ¿por qué festejamos cuando alguien que desconoce la ciencia política y se enorgullece de eso lo aplaudimos? ¿por qué no exigimos calidad más allá de sonrisas, chicanas y eufemismos?


Mis estimados, sepan disculpar el atropello pero no queda mas remedio que decirles, de frente que la solución y el problema es el mismo. Es, en definitiva, la política, “¡Estúpido!”






jueves, 14 de mayo de 2009

Politicos, votos, y necesidades


Luz, asfalto y agua para las miserias de la política


Un obrero por ahí, un arquitecto por acá, traigan las maquinas, arranquen el pavimento, rompan y rompan todo que ahora hay cemento, rompan y despedacen, usen las maquinas mágicas que aparecen y desaparecen con los vientos de promesas, rompan y destrocen todo que ahora hay actitud, ganas y por sobre todo hay políticas e ideas de progresos pintadas en nuestras paredes, empapeladas en cada columna, en cada muro del Gran Buenos Aires.

En estos tiempos que corren, pero que corren para los voto, se pretende terminar la obra mas importante del partido de La Matanza en unos meses y hay un desfile de maquinas que arreglan otra vez la ruta nacional Nº 3, hay obreros trabajando de sol a sol y de Lunes a Lunes, arquitectos sucios y cansados tomand medidas, se corta el pasto, se limpia, se tira cemento donde antes había cemento, se arman asfaltos donde antes había asfaltos, se pintan de blanco los postes de luz que son blancos, con una frase de estandarte oficialista que se encuentra a lo largo de toda la ruta 3 y que le da sentido a tanto movimiento “ solo el peronismo garantiza las obras”.

Y es así que una obra que debiera estar terminada ya no sabemos cuando, está siendo usada como propaganda implícita del atraso del progreso.



Quiero ser optimista y disfrutar de la imagen que da la gente trabajando dignamente por su futuro, trato de ser optimista y pensar que después de Junio el movimiento de las obras seguirá equipando el presente. Pero caigo el la triste frase de esa propaganda y concluyo que esto es un show, un enorme show burócrata de mas de 20 Km. de largo que pretende el voto, nuestro voto que se valoriza en dólares o en millones de pesos en propaganda.

¿Pero por qué nuestro voto vale tanto? Por el simple hecho del que quien gana en el partido mas grande, ganará en la provincia mas grande, y es así que se invierte más dinero y se gastan más ideas en la imágen de un candidato, que ideas y dinero en el bienestar de la sociedad.

Pero para que pensar, es hora de avanzar y avanzar, sigamos destrozando asfaltos que con el tiempo se volverán a romper dando sentido a un ideal keynesano, pero la versión argentina. Al mismo ritmo pintemos las paredes tapando los pedidos de justicia y ensuciamos las calles con pancartas que se repiten una tras la otra dando sentido al ideal de la imagen por la imagen misma.

Bienvenidos a la época de las elecciones en donde toda la miseria vale un voto y un voto vale una persona. En otras palabras, una persona vale una miseria.


jueves, 30 de abril de 2009

DIA DEL TRABAJADOR



OCHO HORAS




Camino por la calle Lima, al costado de la Avenida 9 de Julio, y el calor de un otoño cada vez más desconcertante ayuda a mi desentendimiento al observar la grúa y los preparativos cual si fuera un evento festivo en una acalorada tarde de primavera. ¿Qué celebramos? ¿Hay algo para festejar?




La grúa junto con todo el andamio armado no despeja dudas de que lo que allí sucederá tendrá gran confluencia de personas.




Al seguir camino por la acalorada Buenos Aires leo afiches que llamativamente invitan al evento pero en tres horarios distintos. ¿De eso se trata la unidad?




¿Toda esta organización estará pensada también para los obreros de las zonas rurales, en donde se registra el mayor numero de empleo en negro y de trabajo infantil; o en aquellas fabricas recuperadas bajo la gestión de sus propios trabajadores cuando sus empleadores decidieron socializar las pérdidas no así las ganancias; o en aquellas industrias automotrices que están actualmente amenazados por la crisis internacional? Debe de serlo así.




También este acto debe estar pensado para los trabajadores del subte que reniegan de una cúpula sindical cómplice y dan su propia pelea desde las bases y respetandolas. Se supone que debe ser así.




¿Sabrán estos trabajadores que acudirán a este acto de aquellos anarquistas Fischer, Engel, Spier y sus otros compañeros?




¿Sabrán de aquellos primeros anarquistas y socialistas que liquidaron el sueño europeizante de la dirigencia política argentina y convulsionaron cuanto barrio y fábrica los acogió?




¿Estarán al tanto de las peleas intestinas de esos obreros en apoyo a ese coronel que tanta desconfianza despertaba en algunos y devoción en otros?




¿Es un acto reivindicativo? ¿O es meramente una demostración de poder ante la proximidad de unas elecciones legislativas y la puja por lugares en las listas?
Estos líderes del movimiento obrero, ¿Sentirán algo de vergüenza ante la imagen de Agustín Tosco, Rosendo García, Domingo Blajaquis?; ¿y del Cordobazo, el Rodrigazo, el Rosariazo? ¿y de Brukman?¿y de Zanón? ¿y de la gente del Mocase? y….




Tanto para preguntar mientras a espaldas de la estructura en preparación asoma un hecho de suma coherencia empresarial como lo es la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), y se me ocurre saber cuanto saldrá la matricula para estudiar allí y se me ocurre pensar en la cara que pondrán sus alumnos mañana al ver tanto color, tanto olor y tanto pensamiento antagónico.




Fueron por ocho horas y se les contestó con muerte, difamación e injurias. A esos que algunos rasgándose sus vestiduras rememoran como “los mártires de Chicago” en sus oficinas alejados del fogoneo fabril y militante. A esos hombres de carne y hueso va estos pensamientos mientras camino por una ciudad cada día un poco más loca. Cada día un poco más impersonal. Cada día más alejada de ella misma.

martes, 24 de marzo de 2009

A 33 AÑOS DEL GOLPE MILITAR

Todo estaba planeado con artesanal paciencia y en la madrugada del 24 de marzo de 1976 la junta militar del teniente general Jorge Rafael Videla, el almirante Emilio Eduardo Massera y el brigadier Orlando Agosti, darán comienzo a la etapa más horrenda de la Argentina y un paso estratégico a las políticas neo-liberales del PLAN CONDOR.

El vaciamiento ya había comenzado en otros países del sur de América y Argentina seria la etapa más significativa del continente.

A 33 años de este golpe es bueno pensar ¿que podemos hacer como ciudadanos? ¿Que nos falta como país y como seguir realizando una democracia mas justa?

Hoy mas que nunca tenemos que salir a las calles a buscar nuestra democracia, a buscar a los desaparecidos, a buscar la memoria y cuidarla como el patrimonio de este pueblo.

La memoria, la democracia y la libertad que poseemos nos darán las bases más fuertes de una Argentina sin desigualdad, con seguridad y con justicia.

De nuestro humilde medio proclamamos la presencia como estandarte y esperanza de futuro, de futuro para todas las personas que buscan la verdad y la verdad como el nuevo trabajo artesanal de esta sociedad.

martes, 2 de diciembre de 2008

Plaza Pública


Esperanzas




En un cajón de la cómoda de mi madre está la medalla junto al diploma. Pienso en ella mientras miro la nota. Pienso en mis jóvenes 17 años cuando parado junto a otros compañeros de curso mirábamos todo el protocolo de aplausos, discursos y trajes.

Eramos cinco adolescentes que habíamos ido a ese edificio que nos parecía tan lejano. La universidad. ¿Llegaríamos a esa instancia? ¿Seríamos universitarios a partir de ese galardón? ¿La Patria se esperanzaba en nosotros?

Siempre me causó un poco de gracia esa medalla que mis padres guardaron con recelo y orgullo.
El ambiente universitario en esos momentos de mi vida estaba lejos, como estaba lejos alguna idea certera de qué iba a hacer después de terminar 5to año. Sí, quinto año. No hace tanto tiempo existió algo llamado colegio secundario que constaba de cinco años de formación. La escuela primaria era hasta 7mo grado, y en esa pausa de tres meses dejabas de ser niño para convertirte en adolescente y revelarte contra el mundo adulto.

Ese mundo que ahora condena a los jóvenes por delincuentes y peligrosos. Ese mundo adulto que trajo una reforma educativa fracasado en otros países y que aquí hizo estragos en todos los ámbitos. Jóvenes de 14 o 15 años compartiendo espacios con niños de 6. Padres enloquecidos por tener que solventar dos viajes de egresados (¿¡!?), cuando se terminaba 6to año que correspondía al segundo ciclo y después nuevamente en 9no, porque ahí se daba por terminada la EGB (Escuela General Básica). Niños-adolescentes que no terminaban de cerrar su infancia ni terminaban de encarar su nuevo estadio hormonal y corporal que es la adolescencia.

Y mientras tanto la educación pulverizada con cambios de planes de estudio, de currículas, docentes y profesores enloquecidos enfrentándose por dar materias y así llegar a un salario digno. Edificios escolares colapsados y otros vacíos. Escuelas partidas en distintos edificios. Gastos, gastos y gastos. Y mientras tanto la Patria esperando a esas esperanzas que la sacarían adelante.

Pasó el tiempo. El sistema educativo se volvió a reacomodar y a modificar y parece que volvimos a la primaria y la secundaria. Pero con cambios que ya no los entiende mi persona avejentada en tan poco tiempo. Ni siquiera llegué a los treinta y ya cargo con dos reformas educativas.

Veo al intendente de este momento y recuerdo al que me saludó al momento de yo recibir mi medalla y diploma correspondiente. Vienen del mismo lado político. Al igual que los gobiernos que modificaron, una vez para peor y otra no sabemos aún para qué lado, el sistema educativo. Qué paradójica que es la política argentina.

Y al final de esta nota se me ocurre recordar a mis otros compañeros que recibieron junto a mí este reconocimiento. Nunca más los volví a ver. Que será de su vida y qué estarán haciendo esas esperanzas de una patria que vive convulsionándose cotidianamente entre aplausos, discursos y trajes. Toda una cuestión de protocolos.

Toda una cuestión de hacer creer a un joven de 17 años que con una medalla y un diploma se le garantiza el futuro. Por eso mismo esa medalla y ese diploma están en la cómoda de la habitación de mis padres. A ese joven nunca le gustó cargar con responsabilidades más allá de sus propias acciones y obligaciones. La patria sabrá que esperanza depositar en cada uno de sus habitantes y cada unos de sus habitantes debe saber qué hacer para hacer crecer esa Patria. Sin necesidad de protocolos, discursos y aplausos.

martes, 25 de noviembre de 2008

AFJP







DE OPORTUNISTAS Y OPORTUNIDADES

La noticia me encuentra desayunando y la verdad, no puedo negarlo, me trae una sincera alegría. La noticia se refiere al traspaso de los fondos de retiro desde las AFJP al Estado.




Es una noticia para celebrar, porque es una noticia que ataca a ese individualismo que se cimentó primero con la vara y luego con la zanahoria en una sociedad hiper-atrofiada de mensajes e imágenes en donde lo importante es uno mismo, el otro no importa, cuanto más lejos mejor y si se acerca mucho es peligroso.

Esta medida que vuelve a pensar en la solidaridad social entre generaciones es un gran paso, pero no es el único ya que salgo camino al trabajo y veo como muchos jóvenes tienen empleos precarios en los que figuran en negro o directamente no tienen trabajo; otros no terminaron sus estudios y los que sí lo hicieron quieren seguir capacitándose pero no pueden. El gasto es mayor que el ingreso, ya sea personal o familiar.

Que ese dinero vuelva al Estado muestra algo que muchos opinólogos y pseudos formadores de opinión dejan de lado. Voy a utilizar para que se entienda lo que quiero explicar otro tema de controversia como son los Derechos Humanos y la inauguración del museo de la memoria en la ESMA.

Parecen temas dispares pero no lo son en lo mas mínimo cuando de pensar un país y una sociedad se habla.

Este gobierno (que no es EL ESTADO) tomó medidas que fomentaron una acción directa en defensa de los Derechos Humanos. Los medios de ocultamiento de la información atacaron al gobierno de oportunista. Puede ser, pero cabe la pregunta ¿por qué vieron esa oportunidad ahora este gobierno y no otros anteriores? ¿Por qué este gobierno va a un sistema integral de jubilaciones estatal?

Puede ser oportunismo, pero este gobierno (repito, que no es EL ESTADO), forma parte de un tejido social, que aunque deteriorado, aún funciona. Desde hace años organismos de Derechos Humanos lucharon por la eliminación de leyes que garantizaban impunidad a genocidas y torturadores. Durante años distintos gremios no nucleados dentro de la CGT de los gordos denunciaban el manejo de las AFJP y sus mentiras bursátiles. Ahora, en este presente esos gritos, esas denuncias llegan a la cima de un gobierno que, quizás de manera oportunista, toma esa bandera. Pues bien, es la sociedad la que debe pelear para no entregar esa bandera al oportunismo electoral.

Los gobernantes de turno son nada mas que eso, gobernantes de turno y es hora que la sociedad (que SÍ ES EL ESTADO) a través de acciones directas en pos de mejorar el sistema democrático exija mejores dirigentes y que estos estén atentos a las demandas y necesidades de la comunidad.

La democracia no es mis estimados votar cada dos años legisladores y cada cuatro presidente, junto a gobernadores e intendentes. La democracia es un sistema en constante movimiento y en constante estado de perfectibilidad. Esto es, que se puede mejorar constantemente. Pero no es un ente que se mueve por sí solo. La comunidad, el barrio, la gente, el pueblo o como quieran ponerlo es quien debe hacer de ese sistema cada vez mejor.

Así, cuando la sociedad esté atenta a sus problemas y a sus necesidades, ningún oportunista de turno logrará quitarle su bandera y no necesitará de ningún desinformador que le garantice una cena tranquila. Ninguno de los dos tendrá razón de existir. Y la gente se dará cuenta que no hay nada más mágico ni maravilloso que encarar sus propios problemas y sus propias soluciones.

lunes, 3 de noviembre de 2008

HOMBRES, PALABRAS, COMPROMISOS


“El intelectual tiene que estar del lado del pueblo, y en este momento el
pueblo es peronista, debemos ser peronistas…”

Con estas palabras definía su vida uno de los intelectuales mas comprometidos y con el mayor grado de coherencia que tuvo el país en toda su vida periodística. Acertada o no, la postura y visión de Rodolfo Walsh, fue él mismo el que la encarnó. No envió ni adoctrinó a nadie. No creyó en su rol de iluminado que descubre la verdad al pueblo.

Millones quieren ser informados y el terror se basa en la incomunicación”. Con esa premisa este escritor nacido en el sur del país allá por el año 1927, y que a los 20 años ya publicaba sus escritos periodísticos, intentó dar mayor alcance de la obra de un periodista e intelectual a la lucha de la liberación de las ideas de un pueblo sometido.

El periodista Rogelio García Lupo cuenta que en sus inicios, Walsh simpatizaba con la juventud nacionalista de extracción casi fascista por su descendencia irlandesa y un odio casi visceral al imperialismo inglés, pero que a partir del descubrimiento de lo acaecido en los basurales de José León Suarez, en la llamada Revolución Libertadora y luego con su acercamiento a la Revolución Cubana su perspectiva cambiaría notoriamente.

Rodolfo Walsh fue de esos tipos a los que les angustia ver la desigualdad y no se conformaba con poner cara de denuncia frente a la pantalla. Tampoco necesitaba colocar en la portada del semanario de la CGT de los Argentinos su nombre de director; ni tampoco vanagloriarse diciéndole a su público que no crean en todo lo que dicen los medios. Él sabía muy bien quienes querían el silencio para dominar y atemorizar, y conocía también a los cómplices. Esos mismos que ahora defienden la libertad de prensa como sinónimo de pauta oficial.

“Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares…” Esto escribió Walsh hace más de treinta años como denuncia del primer año de la última dictadura militar; y esa también fue su sentencia de muerte. Se sabía perseguido y condenado, y aún así siguió firme en sus convicciones. Esas que ahora parecen tan lejanas y hasta mal vistas. La denuncia como instrumento de lucha. Pero de lucha en serio.

Ahora la denuncia es ver a Santo Biasatti caminar un basural o a Malnatti llevar computadoras a una escuela de Salta o Santiago del Estero. De la falta de políticas públicas reales a solucionar los problemas de fondo como salud, educación, trabajo, acceso a la vivienda, a un medio ambiente sano sin recetas económicas que desguacen bolsillos e ilusiones, de eso poco y nada.

Al frente de la Agencia Prensa Latina, como también siendo uno de los propulsores de ANCLA (Agencia Clandestina de Noticias) o al frente del semanario de la CGT de los Argentinos, (confederación opositora a la CGT Azopardo que era la oficialista y plagada de burócratas traidores); Walsh siempre fue ante todo una persona que mantuvo su convicción y su coherencia. Como Raymundo Gleyser o Jorge Mascetti, cineasta el primero y periodista el segundo, que también dieron por sentado su compromiso más allá de la cámara y la máquina de escribir.

Estas personas, transformadas en meros personajes por discursos de palco y aplausos, lo que buscaron fue dar su aporte desde sus conocimientos y convicciones para la transformación de una realidad desigual que cala hondo en la historia argentina de los últimos 50 años.
Esa visión y ese compromiso llamado convicción. La convicción que llevó a un periodista fotográfico a tomar esa foto prohibida que lo condenó, mientras uno de los responsables de ese asesinato goza de la libertad condicionada. Por esa desigualdad también peleó Rodolfo Walsh. La desigual tarea de informar lo que muchos quieren ocultar.

La anécdota que encabeza esta nota se cierra con la respuesta que se le diera a Walsh otro intelectual comprometido, Osvaldo Bayer.

Bayer le respondió: “si, tenés razón, pero ojo, que el pueblo es peronista pero no revolucionario”.

Ese pueblo peronista que no quiere ser revolucionario ni tampoco peronista sacrificó muchos hombres y nombres para lograr lo que hoy vemos en pantalla y en portadas de matutinos.
Si molesta la figura de Rodolfo Walsh aún todavía, es porque el viejo cuerpo de un pueblo que pretende olvidar y olvidarse está sintiendo vergüenza de sí mismo. Si es así, bienvenida sea esa vergüenza, y una vez más, gracias Rodolfo.