Estamos Trabajando Para Usted
Circular por la realidad no es tarea sencilla, y mucho menos desde hace unas semanas en donde según para donde se mire puede venir un apocalipsis, un derrumbe político y económico; o por el contrario la apertura hacia nuevas sendas que prometen holgura económica y liberación de la ideas y de las opiniones y pensamientos.
Y mientras esa confrontación de posturas se asemeja a una lucha de egos y posturas cada vez más bochornosas; el mundo, el día a día sigue su andar, transita la humanidad con creces por su derrapar cotidiano de guerras, hambrunas y desempleo creciente.
Por su parte, el fútbol alegra corazones y reanima pasiones, aunque este fin de semana hubo un viento frío viniendo desde la ribera del Paraná en Rosario; y la política como siempre condenada al juego mediático de declaraciones sin sentido y titulares rimbombantes de mafias de medicamentos, campañas sucias y agresiones hacia la libertad de prensa cuando un monopolio agitó tantos fantasmas durante buen tiempo sin siquiera ruborizarse; la economía parece andar por un lado en donde de alguna manera todo se acomoda y los que ganan siguen ganando y los que siempre pierden se esfuerzan por no perder de nuevo.
Hombres y mujeres, y niños, adolescentes y ancianos ven a diario este menú de realidades condensadas en titulares, informativos, ya sean de televisión o radiales.
Y mientras esto sucede un clima sumamente inestable trae una tormenta desmesurada en una provincia y de allí se salta como si nada a la catástrofe y a la búsqueda de esa nota, ese cuadro, esa imagen que muestre el desamparo y la negligencia exigiendo ubicar al responsable para dar cuenta del sacrificio mediático al que debe ser sometido por no hacer bien sus tareas.
Y si en una escuela se intentan robar los materiales pero no hubo ninguna muerte eso no es noticia; y si un adolescente continúa desaparecido en plena democracia, como no pertenece al núcleo de consumo y buen pasar, tampoco es noticia; si un grupo de jóvenes se juntan a ver por donde pueden construir algún presente mejor, desde reuniones con otros grupos o dando una mano a los mas chicos que la necesitan; tampoco es noticia, solo si fumaran marihuana, pero ahora como no es punible su tenencia ya tampoco “vende” esa nota; mucho menos si mujeres de distintas edades y sectores sociales se reúnen para pensar el rol de la mujer y continuar la pelea de la igualdad de género, no, la mujer es noticia cuando hay abuso o cuando mata a su marido golpeador.
La construcción de realidad a partir de la mediación es algo que ha generado valores sumamente contraproducentes hacia la sociedad misma. Alguien se entera de lo que sucede a miles de kilómetros pero no sabe si puede darle una mano al vecino en sus problemas.
Los medios grandes, esos pulpos mediatizantes (no sé si existe esa palabra, quizás la acabo de inventar) que llegan con suma facilidad a cada una de las casas y de las mentes de las personas, hacen eso, construyen realidad, “su” realidad muchas veces obviando la realidad de los protagonistas de miles de historias que también construyen realidad y una realidad de la que da ganas de apuntalarla para que no nos invada la desazón y el desasosiego, aún cuando eso “no venda”. El valor mercancía de la realidad estas personas no la tienen. Y cada uno, desde su espacio puede tranquilamente decirnos mirándonos a los ojos: “estamos trabajando para usted”, aunque no nos demos cuenta y creamos que lo importante es lo que dice la pantalla, la radio o tal o cual periódico.
La realidad siempre se mira desde distintos lentes, es bueno empezar a limpiar de a poco para que el lente que quede sea el mas fiel a la realidad que queremos construir y de la cual queremos ser parte.
Y mientras esa confrontación de posturas se asemeja a una lucha de egos y posturas cada vez más bochornosas; el mundo, el día a día sigue su andar, transita la humanidad con creces por su derrapar cotidiano de guerras, hambrunas y desempleo creciente.
Por su parte, el fútbol alegra corazones y reanima pasiones, aunque este fin de semana hubo un viento frío viniendo desde la ribera del Paraná en Rosario; y la política como siempre condenada al juego mediático de declaraciones sin sentido y titulares rimbombantes de mafias de medicamentos, campañas sucias y agresiones hacia la libertad de prensa cuando un monopolio agitó tantos fantasmas durante buen tiempo sin siquiera ruborizarse; la economía parece andar por un lado en donde de alguna manera todo se acomoda y los que ganan siguen ganando y los que siempre pierden se esfuerzan por no perder de nuevo.
Hombres y mujeres, y niños, adolescentes y ancianos ven a diario este menú de realidades condensadas en titulares, informativos, ya sean de televisión o radiales.
Y mientras esto sucede un clima sumamente inestable trae una tormenta desmesurada en una provincia y de allí se salta como si nada a la catástrofe y a la búsqueda de esa nota, ese cuadro, esa imagen que muestre el desamparo y la negligencia exigiendo ubicar al responsable para dar cuenta del sacrificio mediático al que debe ser sometido por no hacer bien sus tareas.
Y si en una escuela se intentan robar los materiales pero no hubo ninguna muerte eso no es noticia; y si un adolescente continúa desaparecido en plena democracia, como no pertenece al núcleo de consumo y buen pasar, tampoco es noticia; si un grupo de jóvenes se juntan a ver por donde pueden construir algún presente mejor, desde reuniones con otros grupos o dando una mano a los mas chicos que la necesitan; tampoco es noticia, solo si fumaran marihuana, pero ahora como no es punible su tenencia ya tampoco “vende” esa nota; mucho menos si mujeres de distintas edades y sectores sociales se reúnen para pensar el rol de la mujer y continuar la pelea de la igualdad de género, no, la mujer es noticia cuando hay abuso o cuando mata a su marido golpeador.
La construcción de realidad a partir de la mediación es algo que ha generado valores sumamente contraproducentes hacia la sociedad misma. Alguien se entera de lo que sucede a miles de kilómetros pero no sabe si puede darle una mano al vecino en sus problemas.
Los medios grandes, esos pulpos mediatizantes (no sé si existe esa palabra, quizás la acabo de inventar) que llegan con suma facilidad a cada una de las casas y de las mentes de las personas, hacen eso, construyen realidad, “su” realidad muchas veces obviando la realidad de los protagonistas de miles de historias que también construyen realidad y una realidad de la que da ganas de apuntalarla para que no nos invada la desazón y el desasosiego, aún cuando eso “no venda”. El valor mercancía de la realidad estas personas no la tienen. Y cada uno, desde su espacio puede tranquilamente decirnos mirándonos a los ojos: “estamos trabajando para usted”, aunque no nos demos cuenta y creamos que lo importante es lo que dice la pantalla, la radio o tal o cual periódico.
La realidad siempre se mira desde distintos lentes, es bueno empezar a limpiar de a poco para que el lente que quede sea el mas fiel a la realidad que queremos construir y de la cual queremos ser parte.
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