domingo, 14 de marzo de 2010

8 de Marzo, Día de la Mujer

Un hecho sin historia no es un hecho


La reducción a una acción, o a una característica, es algo fundamental en los tiempos que corren. Se deben colocar las cosas en una categoría, en un espacio determinado. Pareciera ser que no se acepta la energía viva de no pertenecer a ningún espacio más que a la libertad de ser. La obsesión por delinear estratos o categorizaciones es un ejercicio cotidiano de este tiempo. Y en ese trabajo constante de etiquetar seres como productos de un gigantesco supermercado, se cae en la reducción. Algo es por lo que hace ese algo. Así se llega a simplismos, a veces perversos y engañosos.

Eso se puede ver claramente en días emblemáticos de lucha y de resistencia, como lo es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.


Se habla mucho ese día, se pegan afiches y se escuchan y leen mensajes alusivos en muchos lados y en varios medios. La calle es testigo de las pegatinas de sindicatos, partidos políticos y demás, “saludando” a la mujer en su día.

Pero la reducción y la simpleza juegan otra mala pasada a las almas bien pensantes que quieren revindicar lo femenino, y lo reducen a la mujer en su trabajo y su familia; las muchas cosas que puede comprar y demás.
Mercaderes del placer hacen su juego en estos días y en muchos más para silenciar los verdaderos motivos por los cuales recordar y revindicar un día que es de lucha, como todos los días del año, en un sistema que explota y excluye sin diferenciar género o edad, pero sí clase.

El día de la mujer tiene su origen en las constantes peleas, luchas y reclamos que se dieron en Europa, desde fines del siglo XIX y principios del XX, en procesos de guerra, industrializaciones crecientes y revueltas populares.

Mujeres libertarias, socialistas y radicalizadas, que veían deteriorar su vida y la de sus familias, tomaban como suya la pelea por mejoras en las condiciones de trabajo, por mayor participación ciudadana y por ser respetada de igual a igual con el hombre.

Recordemos que en la Argentina se logró el voto femenino recién en 1952, no sin luchas y reclamos por parte de mujeres socialistas como Alicia Moreau de Justo que, junto a muchas otras, pelearon por la igualdad de género desde las primeras décadas del siglo XX.

El recordar al día de la mujer sin remarcar que es internacional y que es de la mujer trabajadora, es una reducción que intenta quitarle historia, contenido e ideología. Algo tan común en esta era. Es internacional porque nace con ese espíritu radical que inaugura la Primera Internacional Comunista. Es de la mujer trabajadora porque en épocas de guerra es cuando se cuestiona que, al morir los hombres en el campo de batalla, la mujer pueda ponerse al hombro la industria y el desarrollo de la sociedad.

Estas dos situaciones fundacionales y que marcan la historicidad de la conmemoración son dejadas de lado, condenadas al olvido. No se quiere relacionar el Día Internacional de la mujer con lo comunista, con lo revolucionario, con lo libertario, con la búsqueda de igualdad más allá de todo: la igualdad de género y de clase para una verdadera libertad del ser, sea este hombre o mujer.

“Fue el 8 de marzo de 1917 en Rusia donde, como consecuencia de la escasez de alimentos, las mujeres se amotinaron. Este importante acontecimiento marcó el comienzo de la Revolución Rusa, que derivó en la caída del Zar y en el establecimiento de un gobierno provisional que por primera vez concedió a la mujer el Derecho a Voto. Por la relevancia de este suceso, y sobre todo porque fueron las mujeres quienes lo llevaron a cabo parece ser que se situó definitivamente en el día 8 de marzo del calendario gregoriano el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.” http://www.diadelamujer.net/historia.html

El incendio en una fábrica en Nueva York existió, pero no fue un 8 de marzo. Hubo manifestaciones del sector textil (rubro que desde siempre requirió más mujeres que hombres) de los Estados Unidos; hubo huelgas y, por supuesto, represiones, respuesta usual de quienes obtienen sus rentas de la desigualdad y la explotación. Hubo y hay miles de mujeres en todo el mundo que son violentadas, discriminadas, explotadas, muertas por violencia doméstica, por abusos de poder, por ser mujeres y, muchísimas veces, por ser pobres. Todos los días de todos los años, hay miles de niños que mueren por causas evitables o que quedan huérfanos también por causas evitables. Millones son empujados fuera de la bonanza y privilegios que unos pocos cada vez mas disfrutan. 

Saludar a la mujer en “su día” es faltar a la memoria de todas aquellas que dieron su vida junto a muchos hombres por una libertad que augurara una vida mejor. 

Leer un afiche en donde se establece la relación mujer-mamá es algo perverso, y en la reducción del mensaje está el verdadero objetivo: enmascarar la desigualdad constante con un saludo agradable.

1 comentario:

Gabriela dijo...

El tener un día destinado a la reflexión de un hecho que representa toda una situación imperante de desigualdad y menosprecio hacia minorías discriminadas por su género sexual implica simplemente eso, invitar a la reflexión, poner cuestiones sobre el tablero del debate. Hacer visible la situación. Resaltar en la cotidaneidad aquellas cosas que pasan que reproducen una lógica de desigualdad.
Vivimos en una sociedad dispareja en cuanto a derechos y reconocimientos. Hoy en día la mujer es explotada y encasillada en trabajos de menor sueldo. Empleadas domésticas, por ejemplo, hacen el mismo trabajo que un hombre, pero si ponen a un hombre en dicho puesto le llaman mayor domo y percibe un sueldo superior. Un estudio reciente que leí en el diario hablaba de que en nuestra argentina por el mismo trabajo una mujer gana en promedio un 24% menos.
Es una desigualdad reducida a ingresos materiales, no es la única desigualdad que se ejerce sobre nosotras. La violencia que imponen sobre nuestros cuerpos los medios de comunicación es también descarada. Cosas que llevan a que una niña de cinco años se sienta "fea" porque es un poco más robustas que sus compañeras, te ponen la piel de gallina de decir: "loco! es una niña!" ¿qué estamos haciendo con nuestras niñas y niños que reproducen esa violencia de imposición de estereotipos?
Ni hablar de la comercialización y explotación del cuerpo de la mujer con fines sexuales. De reducir a una persona a una mercancía, a esclavas que se adquieren y se venden.
Al leer esta nota hay cosas que me quedaron en el tintero y sentí que no quedaban claras, el día de la mujer no es un reduccionismo y no es un día más. Es una estrategia política reducirlo a la venta de flores y saludos hipócritas de personas que no entienden quizas su origen y su importancia en la conyuntura actual.
En síntesis, el 8 de Marzo salí de mi casa al trabajo como todas las mañanas y en las paredes del municipio de Morón vi un cartel firmado por el PROMORON que decía algo así como: "La capacidad de hacer bebes, la mejor capacidad del mundo, Feliz Día de la Mujer". Pregunto al PROMORON: ¿los bebes los hacen solo las mujeres? me parece que necesitan unas buenas clases de educación sexual para saber que para traer a una criatura al mundo no basta solo un ovario. Otra inquietud para el PROMORON: ¿si no podes tener hijos no sos mujer? Las mujeres operadas que no poseen su aparato reproductor completo porque se lo tuvieron que extirpar por cancer no detectado a tiempo por falta de campañas de prevención y educación, esas mujeres, para vos PROMORON ¿No merecen ser reconocidas en su día?
No está mal que haya un día de la Mujer, es triste que haya un día de la Mujer que no se entienda por qué está y que ignorantes lo tomen como saludos hipócritas que establecen diferencias simplistas que reducen a la mujer a su condición de parteras y la separan de la igualdad de derechos y reconocimiento social que este día enfatiza. Es una batalla diaria por la igualdad representado en una fecha. Es la batalla contra el patriarcado imperialista que despoja impone en primer plano a un género por sobre otros, es desigualdad que no solo sufre la mujer, sino toda minoría sexual.