“¡Se va a acabar! ¡Se va a acabar! ¡Esa costumbre de matar!”
A más de un año de la desaparición de Luciano Arruga, familiares de las víctimas de criminalización de la pobreza, represión policial y gatillo fácil realizaron un festival para pedir justicia, el pasado viernes 29 de enero en la plaza de San Justo.
El festival comenzó con una marcha encabezada por los familiares de Luciano, desaparecido el 31 de enero de 2009, luego de ser detenido por personal policial del Destacamento Preventivo de Lomas del Mirador donde, según las investigaciones, fue asesinado a golpes y abandonado en un descampado cercano a su casa.
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Sin embargo, ningún policía está preso por la causa y la falta de justicia se repite en otros casos como los de Diego Lucena, Mariana y Daniela Silva, Gustavo Bando, Lucas Guzmán, Juvelio Aguayo -el hombre de nacionalidad boliviana que fue torturado y asesinado por 15 agentes del grupo Halcón-, Abraham Arce -víctima del gatillo fácil-, Rubén Carballo -asesinado por la policía en la represión durante el recital de Viejas Locas- y los hermanos Gustavo y Guillermo Aguilera.
Los familiares de estas víctimas también participaron de la marcha alzando con dolor carteles y fotos de sus seres queridos, mientras pasaban por la puerta de la comisaría y la Municipalidad, coronando a esta última con un distintivo de 1º premio a la impunidad.
Además, el evento contó con la presencia de una murga y la colaboración de agrupaciones adherentes como la FUBA, Agrupación Darío Santillán, Trabajadores de ALICOP (ex jabón Federal), MST, Agrupación Hijos, CORREPI (Coordinación Contra la Represión Policial e Institucional), Asamblea del Pueblo, Jóvenes de Pie y CEPRODH (Centro de los profesionales de los Derechos Humanos).
También, amigos de las víctimas presenciaron el festival y acompañaron a las familias que luego subieron al escenario a compartir su historia, su dolor y su espíritu de lucha: “la policía me sigue persiguiendo pero igual le voy a hacer la pelea con todos ustedes”, compartió el padre de Lucas Guzmán, el joven fallecido el 30 de diciembre de 2004 en el boliche Cromañón. Además, invitó a una marcha a realizarse el 20 de Febrero, día del cumpleaños de su hijo.
Finalmente, el festival cerró con una serie de bandas que, en apoyo a las familias y en repudio a la represión policial, tocaron en forma gratuita.
Un año pasó y los familiares de Luciano continúan pidiendo su aparición inmediata, el cierre del destacamento de Lomas del Mirador, y el juicio y castigo a los responsables políticos y materiales. Aún así, los dueños del poder hacen oídos sordos y pasan por alto la gravedad de un crimen que implica a la policía, aquellos que deberían brindarnos seguridad.
Es un año más sin Luciano y también sin respuestas.